Los virus circulan entre la población de la forma en la que pueden: van buscando los caminos más sencillos para avanzar; es decir, aquellos donde tienen menos obstáculos. Los menores de 18 años podrían convertirse en el grupo por el que más circulará el coronavirus, puesto que su propagación sigue a la baja en el resto de las franjas etáreas. Si eso llegase a ocurrir, pediatras y epidemiólogos señalan como única razón que todavía ese es el único colectivo sin vacunar.
Por ahora, el riesgo de enfermedad grave en niños y adolescentes es ínfimo. Pero hay que prepararse y avanzar con la vacunación -coinciden los expertos consultados por LA GACETA- por si la pandemia da una vuelta de tuerca y se cuela entre ellos, por si aparece una variante más peligrosa o por si los menores se convierten en reservorios virales. En algunos países, como Alemania, Francia o Italia, se puede pedir cita en el vacunatorio a partir de los 12 años. También España, Dinamarca y Francia han vacunado a sus cuidadanos de esa edad con una dosis (al menos). Pero las diferentes naciones todavía no avanzan claramente con respecto a los más chicos. "Es un tema extenso y controvertido", dice a LA GACETA la pediatra y neumonóloga infantil Nora Mamaní. "Y el temor de los padres -prosigue- resulta comprensible: por lo general, las investigaciones de las vacunas duran entre cinco y 10 años. Pero en estos casi 20 meses de pandemia, hemos visto fases de estudio veloces. No tenemos respuestas a largo plazo, pero sí muchos equipos científicos trabajando en lo mismo y viendo qué hacer con la población pediátrica".
Enseguida la médica recuerda que un par de años atrás, cuando apareció la vacuna contra la gripe A, también hubo desconfianza. ¿Cree que la vacuna contra la covid-19 ingresará el calendario?, se le pregunta. "No lo sabemos. Todos los días aparecen artículos nuevos. Vivimos una vorágine de información. Aunque el coronavirus no afecta gravemente a los niños, sí se han visto en nuestro país muchos síndromes post covid. Las terapias han trabajado a full con los pequeños", advierte. Otra duda que genera inquietud gira en torno a la posibilidad de que las reacciones adversas sean más fuertes en los niños. "Hasta ahora, sólo se han registrado molestias leves, que desaparecen en 24 o 48 horas, al igual que ocurre con otras vacunas del calendario infantil. No debemos tenerle miedo a los efectos adversos. Con un paracetamol, ceden. Todas las vacunas tienen el objetivo principal de evitar un mal mayor. Puedo contagiarme de varicela, pero si estoy vacunada no moriré de una encefalitis varicelosa", ejemplifica.
Actualmente, en la Argentina las vacunas estadounidenses de las farmaceúticas Pfizer y Moderna son las únicas que tienen autorización para ser aplicadas a menores desde los 12 años. Además, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) avanza con los trámites para aprobar la vacuna Sinopharm para niños de entre tres y 12 años. Por ahora, el suero chino solo ha sido aceptado en ese rango de edades en China y en Emiratos Árabes. Recientemente, Chile lo avaló en los niños desde los seis años.
No obstante, el Gobierno del presidente Alberto Fernández ha reservado dosis de Sinopharm y espera que la Anmat se expida. También aguarda la llegada de al menos tres millones de dosis de Pfizer para avanzar con la inoculación de los chicos sin comorbilidades de entre 12 y 17 años. Pero, ¿es seguro vacunar a los niños? "Hasta ahora, los datos con los que contamos con respecto a Sinopharm nos indican que los efectos adversos son similares a los de adultos. Se trata de reacciones locales y síntomas generales pseudogripales, sobre todo. No se reportó ningún evento serio. Con respecto a Pfizer solo hay comunicados de prensa que dicen que es segura para menores", contesta el infectólogo Tomás Gonzalo.
- ¿Por qué algunas vacunas sí sirven para los niños y otras no?
- Por el momento, los datos que se están difundiendo corresponden a Pfizer, Moderna, Sinopharm y Coronavac. Con cada vacuna hay que probar la seguridad, inmunogenicidad y eficacia. Los niños no son adultos enanos, si no que tienen sus propias peculiaridades biológicas y susceptibilidades.
- Si la enfermedad les afecta poco, ¿por qué habríamos de vacunarlos?
- Si bien la frecuencia de enfermedad grave es menor en niños que en adultos, no significa que no haya casos graves. En segundo lugar, los niños pueden ser afectados específicamente por el síndrome inflamatorio multisístemico post covid, el cual puede ser preocupante. La tercera razón es que, aunque las vacunas no impiden del todo la transmisión, sí la disminuyen. Por lo tanto, vacunarlos a ellos es una forma de disminuir los contagios. Y por último, al disminuir los contagios es menos probable que se desarrollen nuevas variantes. Dejar que el virus se transmita aumenta las chances de que aparezcan mutaciones.
- ¿Hay más casos de miocarditis por culpa de la vacunación?
- Siempre hay que tener en cuenta que si bien en los estudios clínicos se recaban los eventos adversos, siempre puede ocurrir que, al usar la vacuna a gran escala, aparezcan complicaciones más raras. Por ejemplo, los casos las miocarditis en adolescentes que han sido vacunados con Pfizer. De todos modos, han sido raros en comparación con la cantidad de dosis administradas, y generalmente leves.
En Europa y en Estados Unidos, Pfizer ha anunciado esta semana que los ensayos demuestran que su formulación para pequeños de entre cinco y 12 años funciona igual que en edades superiores. Aunque se trata todavía de una mera declaración que tiene que ser revisada por las agencias, el escenario previsible es que entre finales de octubre y principios de noviembre las autoridades estadounidenses y europeas le den el visto bueno al fármaco. De allí en más, quizás ocurra lo mismo en nuestro país. "Teniendo en cuenta del contexto que estamos atravesando y las mutaciones que ha ido presentando este virus, el grupo etáreo pediátrico sería ahora el de mayor riesgo, debido a que no ha sido vacunado", evalúa la doctora Marcela Djivelekian, especialista en pediatría, médica de planta del Hospital de Niños y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT).
"Es factible que los niños y adolescentes contraigan esta infección viral. Y aunque la mayoría de ellos transitará la enfermedad sin complicaciones, pueden constituirse en un reservorio importante del virus; en una fuente de contagio para el resto de la población, especialmente para aquellos que tienen factores de riesgo. Por eso es importante que todo este grupo esté vacunado", agrega, en consonancia con lo planteado por sus colegas.
Pero, ¿cómo es el paso a paso en la investigación clínica de una vacuna? "Se comienza analizando lo que ocurre en grupos de gente sana de entre 18 y 55 años. Luego se suman personas mayores, de hasta 80 años o más. Más tarde se analizan los resultados en los grupos 16 a 18 años. Luego de hasta 12 años. Y finalmente se estudia a los niños más pequeños e incluso a los lactantes", había explicado, en una entrevista anterior con LA GACETA, el doctor Guido Torres Busquets, especialista en cuidados intensivos pediátricos. "Si bien los niños no padecen la enfermedad como los adultos y tienen menos carga viral, igual contagian. Además, ocasionalmente pueden padecer formas graves", había insistido.
De hecho, aunque las probabilidades indican que cuanto más joven es el paciente menos posibilidad tiene de sufrir un cuadro complicado de covid, eso no implica que el riesgo sea cero. El informe "Niñez/Adolescencia y COVID-19", del Ministerio de Salud de la Nación, revela que hubo 180 muertes en menores de 20 años desde que se inició la pandemia y hasta abril pasado. El doctor Máximo Diosque, pediatra, consultor internacional en salud pública para el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo y ex viceministro de salud de la Nación, había declarado, también en un reportaje previo, que a medida que haya dosis autorizadas con fines pediátricos (y disponibles) la tendencia será ofrecer vacunas a los mayores de 12 años e incluso los menores. "Todavía no hay evidencia de seguridad en los más chiquitos. Pero una vez que pasen todas las fases y sean autorizadas por las agencias de los diferentes países, debemos aplicarlas".
Finalmente, el doctor Gustavo Costilla Campero, jefe del servicio de Infectología del Hospital Padilla, declara que no se puede minimizar los contagios en niños. "En pediatría, ya no se puede decir que son inexistentes los casos de coronavirus. En nuestro país se han notificado, hasta junio, más de 370.000 contagios en menos de 20 años", concluye.